Cuando los políticos se enfrentan a “una protesta”, lo primero que hacen es verificar las armas del enemigo para combatirlo o desarmarlo. Si los políticos invirtieran tanta energía en solucionar problemas en lugar de combatirlos, España iría mejor.
He aquí el penúltimo episodio del enfrentamiento entre la administración y los funcionarios. En este caso me refiero a la Comunidad Valenciana.
El sector de la docencia se manifestó en Valencia con el apoyo de los padres de alumnos y dirigidos por sindicatos y organizaciones de izquierdas. Mientras los maestros y profesores solo acudieron para reclamar que se diera marcha atrás en los recortes salariales, eliminación de sexenios, edad de jubilación, etc... Los sindicatos canalizaron las protestas pidiendo más valenciano en los colegios, más dignidad y más calidad en la enseñanza pública... y a los concertados, ¡¡que les den!!. Nada que ver con las demandas de los funcionarios. De los salarios, nada se dijo. Los sindicatos se olvidan que los profesores de los concertados, también son trabajadores y los alumnos de los concertados, también son niños españoles.
La Generalidad Valenciana, encontrándose en quiebra técnica, ha optado una vez más por desarmar al enemigo en lugar de solucionar el problema. El Gobierno de Rajoy transfirió un buen pellizco de millones a su aliado de batalla -la Generalidad Valenciana- para hacer frente a las deudas más urgentes, anunciando que va a pagar a todos los colegios públicos y concertados.
Al pagar las deudas, los políticos han conseguido desarmar al enemigo, dividirlo y enmudecerlo. Los funcionarios de Valencia se han quedado solos. Ya no tienen apoyo de los padres ni de los sindicatos, porque ¿quién va apoyar ahora las demandas de los funcionarios?. Es más, a muchos ciudadanos les parece incluso bien que se bajen los sueldos a estos. Y es que los ciudadanos aún no han aprendido que después de recortes para unos, irán “peladas” para otros. Por eso en Masby estamos en pie de guerra, para despertar a la ciudadanía.
Cuando parecía que los funcionarios lo tenían todo perdido, resurge la indignación y empiezan a organizarse al margen de sindicatos manipuladores para canalizar sus demandas buscando acciones que predispongan a la administración a negociar en un tono dialogante.
En un momento en el que el derroche faraónico carcome los pilares de las instituciones valencianas ¿qué pasaría si todos los maestros se negaran hacer salidas extraescolares a museos e instituciones valencianas?. La respuesta es sencilla, a los millones de pérdidas que tienen todos los museos de Valencia, -que muchos ya están cerrando- habría que sumar la ausencia total de visitantes escolares, que son al fin y al cabo quienes están paliando las pérdidas. Todos los museos de Valencia, no durarían más de 6 meses con las puertas abiertas.
Solo con esta medida se pondría en jaque a la administración y seguro que empezarían los políticos a plantearse reducir gastos inútiles, como los millones que se gastan con la imposición del valenciano, con canal 9, etc.., en lugar de recortar los sueldos de sus trabajadores.
Pero hay mas medidas que los maestros pueden tomar. Imaginemos que los profesores empiezan a reutilizar los libros de texto para el año que viene boicoteando así a las editoriales. O que los maestros empiezan a celebrar en los colegios días temáticos, como “El día de la corrupción”, evidentemente con trabajos y actos culturales con la participación de niños y padres. Es cultura, al fin y al cabo, ¿no?.
También podrían renunciar a participar en la Red de Centros de Calidad, a boicotear las salidas de alumnos a visitar empresas comerciales, etc.
¿Y sobre los cursos de formación de los profesores? Otro de los recortes de los funcionarios es la eliminación de los sexenios. Si ya no se van a contabilizar los cursos para conseguir puntos para los sexenios, ¿quién hará los cursos?... y un sin fin más de actuaciones que pondrían a la Generalidad en una difícil situación.
Es posible que a estas alturas aún queden políticos y funcionarios sin saber que el “agujero negro” autonómico devora anualmente 1.900 millones de euros por mantener e imponer el valenciano. Que Canal 9 ocasiona cerca de 1.000 millones de pérdidas anuales. Solo con estos dos apartados se recortaría el déficit valenciano y no haría falta tocar el sueldo de los funcionarios. Además, a fecha de hoy, ¿sabes que se siguen dando millones de subvenciones para asociaciones valencianistas, para doblar películas al valenciano, para editar folletos en valenciano, para mantener sindicatos de extrema izquierda pro-catalanistas, etc?. En definitiva, millones para hacer el gilipollas en valenciano.
Como cada acción provoca una reacción, la administración contraataca para tapar las voces de denuncias sobre la nefasta educación por culpa del Valenciano y del derroche amenazando a los profesores y alumnos con más horas lectivas. Es de “cajón”, cuando se remueve la mierda quedan todos salpicados menos los políticos y sindicatos.
El final de la historia ya la sabes, el funcionario pringado quedará recortado y el sindicato seguirá subvencionado.
A estas alturas del problema muchos funcionarios se empiezan a plantear si quieren llegar a mitad de mes en valenciano o a fin de mes en castellano.
Así lo pienso y así lo cuento.
Juan Vicente Santacreu
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