Arenas movedizas
Es eso, precisamente, lo que Mariano Rajoy tiene bajo sus pies tras los resultados de las elecciones en Andalucía y Asturias.
Con una mayoría absoluta concedida el pasado 20 de noviembre, las medidas que ha tomado el Gobierno han estado supeditadas a estas elecciones recién celebradas. Han creído que obtendrían mayoría absoluta en Andalucía, basándose en los resultados extrapolados de las generales. La realidad es que han perdido 400,000 votos, 300,000 desde las municipales, y 160,000 desde las de 2008.
Se le ha concedido al PP la suficiente mayoría como para regenerar la vida pública, dar el salto a la modernidad y terminar con el intervencionismo político en todos los ordenes de la vida privada. Igualmente, queríamos terminar con los separatismos y nacionalidades que bajo el paraguas de la Constitución, trabajan para eliminarla.
Pues no, que no se entera el PP, que al parecer, para ellos eso de la comunicación es cuestión menor, y no admiten, bajo ningún criterio o razón, cambiar y ser un poco humildes. Arriola debería hacérselo ver y Mariano Rajoy prestar más atención a los que le hemos dado nuestra confianza para cambiar España y sacarla del siglo XIX.
Y como ya es tarde y los resultados son los que son, a Mariano se le viene encima un totum revolutum de grandes dificultades. Para empezar una huelga general el próximo 29, posteriormente los Presupuestos Generales del Estado, seguiremos con las elecciones autonómicas vascas, para continuar con las catalanas con previo aviso, ya, de secesión. Frentes no le van a faltar. ¿Coraje?, de momento se le supone.
Mientras todo esto se cuece, el paro sigue aumentando, el famoso Faisán, perdido; el 11 M sigue escondido; la corrupción campa por sus respetos; los subvencionados, lo siguen estando y las instituciones como el CNI. TVE, Banco de España, ni se enteran de que el PP Gobierna con mayoría absoluta. Todo esto es paradójico. Los votantes del PP no salimos de nuestro asombro.
Ciertamente las cosas no pueden seguir así, como si no hubiera ocurrido nada, como si el mundo no cambiara a nuestro alrededor cada día. Nos van a estallar en las manos todas las bombas a la vez. La situación interna se unirá a la grave crisis internacional, con Irán como protagonista y el separatismo en pleno vigor y arreciando.
Es penoso ver que los líderes del PP hablan de victoria, me mejoras, y lo hacen con un lenguaje progre, con “humildad”, dicen, pero la realidad es que les falta valor y determinación para llevar adelante lo que la mayoría de los españoles le encomendamos.
Triste panorama el que se no avecina, tristes recuerdos me vienen a la memoria. Triste, muy triste, el panorama que se nos avecina.
…. Una de las dos Españas, ha de helarte el corazón.
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