Mientras se alienta un independentismo con el dinero de todos los contribuyentes, Cataluña marcha calladamente hacia la islamización. No son pocos los síntomas que a diario vemos en los medios, por más que muchos callen y traten de disimular la sórdida realidad alentada por la clase dirigente catalano-nacionalista.
La misma Pilar Rahola, no hace mucho, escribía sobre este asunto en un artículo que publicó el Economista. Es más, hacía especial incidencia en Barcelona como centro del islamismo Europeo.
La paranoia antiespañola del separatismo catalán nos lleva a situaciones del todo descabezadas como por ejemplo que la Generalidad estimule negocios en Marruecos dando como contrapartida la acogida a los emigrantes magrebíes. La noticia la daban en Intereconomía hace unas fechas.
Ya se superan los 400.000 musulmanes que viven en Cataluña con el favor y la protección del nacionalismo catalán. En algunos pueblos se viven situaciones de verdadera invasión e imposición de costumbres y ritos ajenos a las tradiciones nacionales y típicamente Europeas.
Tan “integrados” se encuentran los musulmanes en su “nueva Al-Ándalus” que pregonan y alientan el separatismo catalán en las votaciones que muchas poblaciones realizaron para mostrar el deseo irreprimible de independencia.
En esa permanente paranoia de la casta separatista catalana, sus dirigente, parecen no tener en cuenta los acontecimientos que se vivieron no hace mucho en Francia, o en el Reino Unido y centro de Europa.
Está estudiado por expertos antropólogos, que cuando la población inmigrante musulmana llega al 10% de la autóctona, estos, los musulmanes, imponen sus leyes mediante la opresión y la sharia. Igualmente utilizan las ventajas que Occidente les brinda para su integración para vivir a costa de las subvenciones que los estados les brindan y así Bin Laden pronosticaba que; “vuestras leyes y los vientres de nuestras mujeres serán nuestras armas de invasión” Al parecer el odio por lo español, alienta a los nacionalistas catalanes a incentivar a la población inmigrante magrebí más radicalizada.
Existen barrios enteros donde parece uno estar en Larache, o en el mismo centro de Katar. Son barrios del todo musulmanes que imponen sus hábitos a una población exasperada por la falta de respaldo institucional y el amparo que da a los extraños.
Para cualquiera que tenga un poco de interés por lo que ocurre en el mundo, con tan solo hacer un seguimiento de las noticias tanto nacionales, como internacionales, en relación con la inmigración musulmana, verá que allí donde existen concentraciones de musulmanes, existe el odio, la no integración, los barrios y pueblos sin ley y en definitiva la pobreza y la violencia. Es la única aportación que el islamismo hace a nuestros días. Nada más hay que ver dónde se sitúan hoy en día las guerras en el mundo, para hacerse una idea de la “civilización” que pretenden y que no es otra que la sumisión, la ignorancia y el odio a todo lo que no sea Mahoma.
Es penoso comprobar que por un odio, fruto de la ignorancia bien aprovechada por unos políticos corruptos, la convivencia, en esta parte de España, se vea alterada y alentada por dichos elementos.
En el siglo VIII ya nos ocurrió algo similar, salvando las distancias, y en tan solo 15 años, desde 711 al 726, lo que pretendió ser una ayuda estratégica, nos costó ocho siglos de luchas y reconquista. Algunos deberían aprender algo de la historia y comprobar, que a día de hoy, esa cultura no solamente no ha progresado, si no que se ha radicalizado, mostrando un odio hacia lo occidental que pagaremos por la inacción de unos irresponsables políticos y el mirar hacia otro lado de muchos medios al albur de intereses oscuros.
De nada nos servirá que se distraiga a la población con intereses partidistas o separatistas, la invasión e islamización de Cataluña, como centro, y Europa detrás, es una realidad que en su irresponsabilidad alientan los políticos separatistas catalanes.
Toda una sinrazón y un despropósito.
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