F. JAVIER BARROSO Madrid 23 ABR 2012
Un piso de Palomeras (Puente de Vallecas) que carecía de las mínimas condiciones de salubridad era el lugar en el que una organización formada por ocho personas guarecía a discapacitados rumanos a los que obligaba a mendigar durante 12 horas al día por las calles de la capital. Las víctimas llegaban a España con la falsa promesa de que iban a encontrar trabajo y que les darían de alta en la Seguridad Social, según informaron la Jefatura Superior de Policía y la Policía Municipal de Madrid.
Un matrimonio estaba al frente del entramado. Este se dedicaba a ir a Rumanía y contactar con los discapacitados. Les ofrecían venir a España y mejorar sus condiciones de vida con un puesto estable. La realidad, ya en Madrid, era bastante distinta. Todos los días les llevaban en furgonetas a puntos destacados de la ciudad, por los que pasan gran cantidad de personas. Les dejaban a las siete de la mañana y allí estaban al menos 12 horas. Tenían que conseguir un mínimo de 80 euros al día.
Por la tarde eran recogidos de nuevo y les llevaban al piso de Palomeras, donde vivían en una habitación sin ventilación. Si no había sitio para todos, pernoctaban en un parque y les recogían a la mañana siguiente.
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