lunes, 25 de julio de 2011

Atentado de Oslo – Noruega Islam

Editado el 24 julio, 2011 por Juan Vicente Santacreu

Amigo mío, lo más preciado que existe es la libertad. En este caso concreto y dado los acontecimientos actuales, me refiero a la libertad de prensa, pero debo reconocer que hasta yo mismo, que soy un defensor radical de tal derecho, le pondría límites.
Por ejemplo, imaginemos que por ocultar una noticia determinada se evita una masacre. Para mí estaría justificada tal censura. Pero igual que un gobierno debe ocultar ciertas informaciones por el interés mayoritario, un periodista o un ciudadano tiene todo el derecho del mundo a buscar la verdad.




Este es el caso del atentado de Oslo en Noruega. Yo estoy convencido y me apostaría diez contra uno que es obra de los moros. Razones fundamentalistas no me faltan para tal opinión; en una manifestación de libertad, los noruegos publicaron unas caricaturas de Mahoma, participan en la guerra de Afganistán y están inmersos activamente en la guerra de Libia.
Pero la guerra y las muertes de fieles islámicos les importa una mierda, para ellos la vida no tiene valor, lo único que les duele como una patada testicular, son las caricaturas o las burlas a Mahoma. Eso no lo han olvidado. Ten en cuenta que el Islam es una civilización apalancada en el siglo XV y su ineptitud mental la compensan con gritos de Alá y golpes de pecho.

Claro que si yo fuera el presidente del gobierno, también negaría la autoría moruna, sobre todo para darles por culo. Eso se llama propaganda de guerra y bajo ningún concepto hay que promocionar al enemigo.
Otro de los motivos de la ocultación de la autoría es para no crear alarma social. Si se reconoce la autoría islámica, sigue abierto el riesgo de nuevos atentados, en cambio si se culpa a un ciudadano, una vez matado el perro desaparece la rabia.

Veamos, se acusa a Anders B. Breivik porque es conocida su ideología islamofóbica. ¡Tócate las pelotas! Si opinas mal de los moros ¿eres islamófobo?. Claro que si un moro se caga en la puta madre que parió a los cristianos, eso es libertad de expresión. A estos les pasa como a la masa borreguera española; insultos de la izquierda, gritos de libertad, gritos de la derecha, intolerancia ultra.
Otro de las pruebas circunstanciales contra Anders B. Breivik es que ha comprado nitrato de amonio, o sea, fertilizante para su granja. Claro, que el nitrato de amonio también se puede utilizar para hacer explosivos y para muchas cosas más.

Seamos serios, ¿Has visto los efectos de la explosión? Ninguna bomba casera con nitrato de amonio puede ocasionara tal desastre.
¿Y la coordinación? Pone la bomba y tranquilamente se desplaza a la isla y el solito con una pistola espacial recargable mata a multitud de jóvenes. ¿Estamos hablando de Superman?

Y por último quiero recordarte que jamás ningún grupo patriota atentaría indiscriminadamente contra ciudadanos y menos contra su propia nación. ¡Nunca!. Solo los grupos de izquierda son capaces de tales actos, como la ETA en Hipercor o los moros en el 11-M con colaboración de la ETA.

Si atendemos a estas pruebas, quizás deba preocuparme pues también pienso como Anders B. Breivik y digo sin complejos que los moros, todos, a su puta casa. Y respecto a fertilizantes, ¡¡joder!! el mes pasado compré abono para las plantas. Espero que no haya un atentado moruno cerca, porque me capan.

Conclusión, el Anders B. Breivik está en contra de los moros ¿Y atenta contra sus compatriotas?… eso no cuadra.
Juan Vte. Santacreu

Te dejo unas frases que dijo el primer ministro francés, François Fillon, a ver si los políticos españoles dejan de hacer mariconadas y se ponen las pilas. Solo tienes que cambiar la palabra francés o Francia por españoles o España:
“Los inmigrantes no franceses deben adaptarse, estoy cansado de que esta nación se preocupe por saber si ofendemos a determinados individuos o a su cultura. Nuestra cultura se ha desarrollado en luchas convertidas en victorias por millones de hombres y mujeres en busca de la libertad.
Nuestra lengua oficial es el francés. En consecuencia, si ustedes desean formar parte de nuestra sociedad, ¡aprendan la lengua!.
La mayoría de los franceses creen en Dios. No se trata de una obligación cristiana, de la influencia de la derecha ni de presión política, pero es un hecho, porque hombres y mujeres fundaron esta nación sobre principios cristianos, y esto se enseña oficialmente. Es perfectamente adecuado difundirlo en los muros de nuestras escuelas… Si Dios les ofende, les sugiero que consideren otra parte del mundo como país de acogida, porque Dios forma parte de nuestra cultura.
Nosotros aceptamos sus creencias sin cuestionarlas. Lo único que les pedimos es que acepten las nuestras y que vivan en pacífica armonía con nosotros.
Éste es nuestro país, nuestra tierra y nuestro estilo de vida. Y les ofrecemos la oportunidad de aprovechar todo ello. Pero si están cansados de nuestra bandera, de nuestro compromiso, de nuestras creencias cristianas o de nuestro estilo de vida, les recomiendo calurosamente que aprovechen otra gran libertad francesa: el derecho a marcharse.
Si no son felices aquí, que se marchen. No les hemos obligado a venir. Han pedido estar aquí. Acepten, pues, el país que han elegido.”

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