Bono se gasta 519.200 euros en limpiar las alfombras del Congreso
En la concesión no se evalúa la solvencia del empresario. Compromete parte del presupuesto de la Cámara Baja durante cuatro años. Se valora el doble la oferta técnica sobre la económica.J. Cordero y G. Moreno. Madrid
José Bono, ya de retirada de la política, como no se cansa de repetir, sigue tirando del dinero público a la hora de adjudicar contratos para tener el Congreso lo más adecentado posible. Así, ha sacado a concurso, como publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 12 de octubre, los servicios de mantenimiento, depósito, retirada y colocación de alfombras, tapices, repostero y baldaquino del Congreso de los Diputados para los próximos cuatro años.
La Administración valorará a la hora de elegir empresa unas referencias técnicas y económicas.
Los criterios para determinar la licitación podrían estar orientados a un determinado adjudicatario, ya que al precio se le asigna sólo un 35% mientras que a la oferta técnica un 65%.
Los criterios para determinar la licitación podrían estar orientados a un determinado adjudicatario, ya que al precio se le asigna sólo un 35% mientras que a la oferta técnica un 65%.
Con estos requisitos, las ofertas más económicas se valorarán de 0 a 35 puntos, otorgándose a la más económica 35. Al resto se le da la puntuación que corresponda aplicando la siguiente fórmula: la puntuación que se valora es igual a 35 por la oferta más económica divido por la oferta que se considera. Con un ejemplo se observa lo dirigido que está el contrato y se aprecia el poco peso que tiene en la concesión la oferta, lo que está en contra de la Ley 30/2007, que pretende el mayor ahorro para cualquier adjudicación.
Si se recibe una oferta de 519.200 euros, que es el límite del contrato, y otra de 441.320, un 15% más económica que la primera, la puntuación sería la siguiente: la primera oferta obtendría 29,75 puntos de multiplicar los 35 por la menor oferta, 441.320 euros y dividirlo entre la oferta mayor, que son los 519.200 euros.
Aplicando la misma regla, la puntuación de la segunda oferta sería de 35 puntos, lo que significa que una baja en el contrato de un 15% que le supone al Congreso un ahorro de casi 78.000 euros se traduce sólo en cinco puntos, que serían muy compensados dentro de los 65 puntos restantes de la oferta técnica.
En esta segunda la valoración va de 0 a 65 puntos y se tiene en cuenta el proyecto técnico de ejecución del trabajo, las instalaciones, el conocimiento de las labores a realizar, la capacidad del personal adscrito, los medios y condiciones de transporte y los tiempos de respuesta ante plazos de entrega.
Choca que un mero servicio de tintorería requiera de un proyecto técnico que sea más valorado que la oferta económica que presentan los candidatos a la concesión.
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