Ujieres y camareros del Congreso frustran la comida del presidente con sus paisanos
07:24 (23-03-2011) | 1El ex ministro quiso convidar a un grupo de vecinos de Salobre en la Cámara baja. La visita estaba prevista para el domingo 13.
L. A. MadridEl presidente del Congreso, José Bono, se tomó hace unas semanas la licencia de programar una visita especial a la Cámara baja de un grupo de vecinos provenientes de su pueblo natal, Salobre (Albacete). Sin embargo, sus pretensiones no llegaron a materializarse, fundamentalmente por la negativa de ujieres y camareros del Palacio de las Cortes a tener que atender a estos comensales un día festivo no incluido en su calendario laboral.Según relata elsemanaldigital.com, la fecha elegida por la tercera autoridad del Estado para agasajar a sus paisanos con este paseo guiado y posterior comida era el pasado 13 de marzo. Bono iba a otorgar a estos conciudadanos una situación de privilegio que choca con las largas esperas que tiene que soportar cualquier español que desee visitar el Congreso en las Jornadas de Puertas Abiertas que celebra cada año la Cámara baja coincidiendo con el puente de la Constitución, los días 6 y 7 de diciembre.Asimismo, el citado diario online señala que el ex ministro de Defensa,siguiendo unas prácticas que ya realizaba en el Parlamento de Castilla-La Mancha cuando presidía esta comunidad autónoma, “llegó a imponer el deber de confidencialidad a los camareros de la contrata del Grupo Arturo”, que presta servicio en las cafeterías y restaurantes de los edificios de las Cortes. Sin embargo, ujieres y camareros, tras extenderse entre el personal las intenciones de Bono para una circunstancia extraordinaria, optaron por no plegarse a sus deseos. En concreto, elsemanaldigital.com cifra en unas 200 personas el número de integrantes de la comitiva salobreña que tenía previsto acudir al Parlamento.Si bien el presidente de la Cámara baja no informó de esta cuestión en la Mesa del Congreso, aunque tampoco está obligado a ello conforme al reglamento vigente, fuentes parlamentarias confirmaron a LA GACETA que el ex ministro de Defensa comentó el plan que tenía en mente a otros diputados en una conversación informal. De este modo, avanzó que quería dar recepción en el Palacio de las Cortes a un grupo de vecinos de Salobre, pero aseguró que todos todos los gastos que ocasionase la misma correrían a cargo de su propio bolsillo.RecursosFinalmente, la visita no se llevó a cabo por el malestar creado entre los funcionarios que se iban a ver implicados, pues “la fecha elegida conllevaba abrir la Cámara baja sólo para Bono y sus invitados, además de una movilización de ujieres, seguridad y demás personal”, añade elsemanaldigital.com. Este diario web también recoge que la indignación de los trabajadores del Congreso llegó a tal punto que incluso reclamaron la intervención en este asunto de sus representantes sindicales.Aunque el lugar donde Bono tenía previsto celebrar el convite no ha trascendido, un posible escenario hubiese sido el recién remodelado bar, al que los diputados han bautizado como Venus y del cual LA GACETA ha ofrecido una instantánea en exclusiva.
L. A. Madrid
El presidente del Congreso, José Bono, se tomó hace unas semanas la licencia de programar una visita especial a la Cámara baja de un grupo de vecinos provenientes de su pueblo natal, Salobre (Albacete). Sin embargo, sus pretensiones no llegaron a materializarse, fundamentalmente por la negativa de ujieres y camareros del Palacio de las Cortes a tener que atender a estos comensales un día festivo no incluido en su calendario laboral.
Según relata elsemanaldigital.com, la fecha elegida por la tercera autoridad del Estado para agasajar a sus paisanos con este paseo guiado y posterior comida era el pasado 13 de marzo. Bono iba a otorgar a estos conciudadanos una situación de privilegio que choca con las largas esperas que tiene que soportar cualquier español que desee visitar el Congreso en las Jornadas de Puertas Abiertas que celebra cada año la Cámara baja coincidiendo con el puente de la Constitución, los días 6 y 7 de diciembre.
Asimismo, el citado diario online señala que el ex ministro de Defensa,siguiendo unas prácticas que ya realizaba en el Parlamento de Castilla-La Mancha cuando presidía esta comunidad autónoma, “llegó a imponer el deber de confidencialidad a los camareros de la contrata del Grupo Arturo”, que presta servicio en las cafeterías y restaurantes de los edificios de las Cortes. Sin embargo, ujieres y camareros, tras extenderse entre el personal las intenciones de Bono para una circunstancia extraordinaria, optaron por no plegarse a sus deseos. En concreto, elsemanaldigital.com cifra en unas 200 personas el número de integrantes de la comitiva salobreña que tenía previsto acudir al Parlamento.
Si bien el presidente de la Cámara baja no informó de esta cuestión en la Mesa del Congreso, aunque tampoco está obligado a ello conforme al reglamento vigente, fuentes parlamentarias confirmaron a LA GACETA que el ex ministro de Defensa comentó el plan que tenía en mente a otros diputados en una conversación informal. De este modo, avanzó que quería dar recepción en el Palacio de las Cortes a un grupo de vecinos de Salobre, pero aseguró que todos todos los gastos que ocasionase la misma correrían a cargo de su propio bolsillo.
Recursos
Finalmente, la visita no se llevó a cabo por el malestar creado entre los funcionarios que se iban a ver implicados, pues “la fecha elegida conllevaba abrir la Cámara baja sólo para Bono y sus invitados, además de una movilización de ujieres, seguridad y demás personal”, añade elsemanaldigital.com. Este diario web también recoge que la indignación de los trabajadores del Congreso llegó a tal punto que incluso reclamaron la intervención en este asunto de sus representantes sindicales.
Aunque el lugar donde Bono tenía previsto celebrar el convite no ha trascendido, un posible escenario hubiese sido el recién remodelado bar, al que los diputados han bautizado como Venus y del cual LA GACETA ha ofrecido una instantánea en exclusiva.
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