miércoles, 10 de octubre de 2012

Efectos secundarios por Antonio Valdivia


Releyendo el libro de Nativel Preciado y José Antonio Marina “Hablemos de la vida” (Ed. Temas de hoy), no puedo dejar de plantearme las causas primarias que nos han traído a los momentos que en la actualidad vivimos. Es lo que llamo efectos secundarios debidos a las causas profundas enraizadas en los cambios filosóficos habidos en Occidente.
Para entender lo que nos ocurre en la actualidad es necesario saber algo de historia, de filosofía y sociología, o al menos preocuparse de leer a los pensadores que de ello se ocupan y que nos merecen confianza. Uno de estos pensadores más preclaros en la actualidad lo tenemos entre nosotros y no es otro que José Antonio Marina, el cual nos hace llegar con un lenguaje claro y asequible el fondo y la evolución del pensamiento occidental que mueve nuestra sociedad.
En el libro anteriormente citado, Nativel Preciado se dedica a preguntar a Marina por los aspectos y asuntos que éste trata en sus libros, todos ellos de gran interés. Yo os transcribo aquí alguna de esas respuestas que se contienen en el libro y que me llaman la atención.
P.- Hay muchos falsos prestigios en esto de la inteligencia. Se presta a grandes confusiones. Hay personas con habilidades que tienen fama de inteligentes y otras menos habilidosas pasan por torpes. ¿Por qué no intentas una vez más explicar cómo se nota que alguien es inteligente?
R.- En España se confunde al listo con el inteligente. El listo añade un componente de astucia, de ir a lo suyo, que acaba siendo peligroso. Por eso el castellano dice que uno se puede “pasar de listo”, pero nunca se puede “pasar de inteligente”. Una conclusión de todo lo que he escrito podría ser que el máximo grado de la inteligencia es la bondad; es el mejor medio de asegurar la felicidad personal y la dignidad de la convivencia.
Como vemos, en las palabras de Marina se contiene el fondo de la razón de ser de los partidos políticos, en los que los “listos” medran y son admirados por su ingeniosa verborrea, pero de inteligentes no tienen nada, les falta la generosidad y les sobra intereses personales. Como consecuencia el bien común que predicen simplemente es la excusa para poder ellos conseguir sus personales intereses y ambiciones. Digamos que los demás son objetos utilizados para conseguir sus egoístas metas.
En otro libro de Marina, “El misterio de la voluntad perdida”, encontramos las causas primeras del fracaso educativo actual y de la actitud pasota de nuestra sociedad, que no se compromete y vive a la espera de que las cosas se las resuelvan otros. En esta obra Marina nos da pistas para comprender la evolución de esta faceta de la personalidad. En este sentido, Nativel, le pregunta a Marina;
¿Qué nos está pasando? A lo cual éste resume lo siguiente: La idea de responsabilidad personal tienen una complicada historia que , hasta donde yo sé, no se ha escrito. La cultura moderna se ha guiado por los tres grandes maestros de la sospecha: Nietzsche, Marx y Feud. Los tres reducían de alguna manera la responsabilidad personal. La voluntad de poder, las estructuras económicas y el inconsciente dirigían la conducta. “Voluntad”. Es una palabra que cargó con tantas connotaciones detestables que fue puesta fuera de circulación. Lo malo es que tiramos por el desagüe el niño con el agua sucia. En este momento se defiende una “libertad sin voluntad”, lo que me parece un disparate.
En definitiva, estos grandes personajes han encontrado las excusas perfectas para inhibir a la persona de la responsabilidad de sus actos y su influencia en la sociedad del siglo XX y actual es de un gran peso.
Y así podemos seguir paso a paso por todos los motivos que nos mueven en la actualidad, tratando el miedo y su influencia social, como elemento de manejo de masas. Igualmente nos habla del lenguaje y los sentimientos. En definitiva, no tiene desperdicio la lectura de las obras de este pensador actual y si no tiene paciencia para leer todas sus obras, basta con hacerse con este que en el primer párrafo os indicaba: “Hablemos de la vida”. Os lo recomiendo.

1 comentario:

Unknown dijo...

El pensamiento inteligente parece ser algo que se le sigue resistiendo al español. Será que cómo estamos acostumbrados a ver fútbol, hartarnos de vivir bien y que todo nos lo den mascado, confiando en personas de dudosa reputación para que dirijan nuestra vida y por ello el cerebelo sólo nos sirve para llenar el cráneo lleno de algo.

Un saludazo.